VehícuVelhíocu loc coonnecteadco tado Manuel Machado Digital Transformation Global Solutions Manager de Worldline HACIA DÓNDE VA EL VEHÍCULO CONECTADO La revolución de usos del vehículo basada en servicios conectados, movilidad bajo demanda y conducción semi-autónoma y autónoma posicionará al vehículo como el actor clave en la transformación digital de nuestra vida cotidiana, facilitando la interacción entre nuestro mundo físico y digital. El vehículo conectado es un automóvil diseñado o actualizado para tener un acceso directo a Internet, lo que permite potencialmente la monitorización de todos los componentes electrónicos del mismo, así como la provisión de servicios contextuales a las personas que transporta. Además de todo esto, el vehículo pasa a ser un objeto conectado que puede a su vez conectarse con otros objetos como teléfonos inteligentes, dispositivos de seguimiento, semáforos, otros vehículos e incluso electrodomésticos del nuestro hogar. PwC prevé que las ventas anuales de tecnologías de automóviles conectados se triplicarán hasta los 122,6 millones de euros en 2021. Se trata de una ligera desaceleración en la velocidad de adopción en comparación con estimaciones anteriores, atribuible a la decisión de los reguladores europeos de dar a los fabricantes de automóviles una prórroga de tres años hasta 2018 para instalar los sistemas de llamadas de emergencia automática (eCall). Durante los próximos años, el coche conectado podría revolucionar todo el ecosistema del automóvil. La industria sufrirá cambios fundamentales a medida que se consolide el vehículo eléctrico, la conducción semiautónoma y se consiga la generalización de la conducción autónoma. Los ingresos del sector aumentarán, pero una mayor parte de este incremento estará vinculada a servicios de movilidad bajo demanda y al uso intensivo de datos. Los fabricantes de automóviles, que siempre se han visto a sí mismos como proveedores de productos, tendrán que evolucionar hasta convertirse en proveedores de servicios de movilidad. Por supuesto, los fabricantes de automóviles no son los únicos que se postulan para desarrollar estas oportunidades. Aparte de un creciente ecosistema de startups trabajando en el sector, grandes empresas tecnológicas como Apple y Google ya se están posicionando tanto en el automóvil conectado, el vehículo compartido o la conducción autónoma. Ante esta perspectiva, los fabricantes se han lanzado a crear sus propias infraestructuras y a colaborar con el ecosistema emprendedor para poder asegurar que sus vehículos estén bien posicionados en un mundo de movilidad bajo demanda y altamente conectado. Las principales áreas en las que se trabaja actualmente son las siguientes: w Conducción autónoma: conducción sin intervención de un humano en los controles. Existente sólo parcialmente. Como ejemplo podemos mencionar la funcionalidad de auto-aparcamiento, la asistencia en autopistas y transporte de mercancías por camiones en rutas bien delimitadas. w Seguridad física y cibernética: La capacidad de advertir al conductor de los problemas de la carretera y la detención y prevención automática de colisiones potenciales, así como la protección contra ciberataques. Los ejemplos incluyen señales de advertencia de peligro, las funciones de llamada de emergencia y la seguridad end-to-end de todas las comunicaciones. w Entretenimiento: Funciones que proporcionan contenido, principalmente música y video, a los pasajeros y al conductor. Algunos ejemplos actuales incluyen interfaces optimizadas para teléfonos inteligentes, puntos de acceso de red de área local o Wi-Fi, acceso a redes sociales y la “oficina móvil”. w Bienestar: Optimización de la salud y competencia del conductor. Los ejemplos incluyen alertas electrónicas que detectan o mitigan la fatiga, y otras formas de asistencia individual. w Gestión de vehículos: Soporte para minimizar los costes operativos y aumentar el confort. En cuanto a ejemplos estarían el control remoto de los elementos clave del vehículo, la información en pantallas sobre el estado del vehículo y la transmisión de datos de tráfico. w Gestión de la movilidad: recomendaciones para una conducción más rápida, segura y económica, basada en datos recogidos por el vehículo. Entre los ejemplos se incluyen las recomendaciones para conducción más segura y/o económica y la presentación de información del tráfico/servicios en tiempo real, así como la transferencia de datos de uso necesaria para facilitar estos servicios. w Integración con el hogar: comunicación con el hogar, la oficina u otros edificios. Los ejemplos incluyen apertura automática de la puerta del garaje, integración con la alarma del edificio o la coordinación con sistemas de monitoreo/ optimización de gasto energético. La revolución alrededor del vehículo conectado abrirá la puerta a una infinidad de nuevos servicios, modelos de negocio, cambios culturales y, por supuesto, nuevos flujos de ingresos. La monetización de estos servicios impulsará definitivamente al vehículo como centro de pago seguro y lo posicionará como el actor clave en la transformación digital de nuestra vida cotidiana, facilitando la interacción entre nuestro mundo físico y digital 7 31 PRIMAVERA 17
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