Si bien España es el país europeo donde las empresas hacen un mayor uso del outsourcing de servicios asociados al vehículo en lo relativo a reparación y mantenimiento, lo cierto es que sólo dos de cada diez tiene totalmente externalizada la gestión de la flota, incluyendo aspectos como el trato diario con los conductores, según datos del Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO), promovido por Arval, compañía de movilidad de BNP Paribas.
Según Arval, esta externalización parcial de la flota supone para la empresa carga de trabajo innecesaria al destinar tiempo y recursos a unas funciones que no corresponden a su verdadero negocio; una decisión que repercute especialmente en la eficacia de compañías de pequeño y mediano tamaño donde al tener un equipo humano más reducido los empleados se ven obligados a colocarse la gorra de “personal multitarea”.
De esta forma, el tiempo perdido en visitas a concesionarios para elegir el modelo de coche o colgado al teléfono para tratar de solucionar dudas o necesidades de los conductores suponen desviar la atención de su core business, cuando pueden dejarse en manos de un especialista que garantiza no sólo un ahorro en los costes operativos sino en el tiempo dedicado a cada proceso.
Teniendo en cuenta que según el CVO, el 10% de las pymes y casi el 20% de las grandes empresas buscan externalizar más tareas vinculadas a sus flotas, tales como gestión de los conductores y sus necesidades con los vehículos, Arval ha puesto en marcha Arval Outsourcing Solutions (AOS), con el que el operador de renting asume completamente la gestión táctica y operativa de la flota, dejando en manos de la empresa la gestión estratégica.
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