Llegó el momento de actuar. El desarrollo sostenible ha pasado de ser un objetivo a largo plazo a una necesidad prácticamente inmediata a cualquier escala: local, estatal, europea o global.
La agenda parece marcarla, más que nunca, Naciones Unidas y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible: 17 ambiciosos retos que abarcan cuestiones tan diversas como la pobreza, el hambre, la educación, la igualdad de género, el consumo responsable o el clima. Uno de ellos, el número 11, habla de “Ciudades y comunidades sostenibles”, y entre sus metas se encuentra asegurar el acceso a sistemas de transporte más seguros, asequibles y sostenibles. La urgencia de la cuestión se resume en un dato demoledor: según investigadores de la Escuela Nacional de Sanidad, en los núcleos urbanos de las grandes ciudades se producen ocho veces más muertes por contaminación que por accidentes de tráfico.
El reto es importante, ya que alcanzar este objetivo convive actualmente con la creciente demanda de movilidad cotidiana. Es una cuestión transversal, a abordar desde puntos de vista muy variados –urbanismo, salud, medioambiente, automoción, tecnología, comunicación, sociología, economía, etc.– y que requiere de concienciación e implicación por parte de todos. La buena noticia es que ya tenemos a nuestra disposición soluciones prácticas que nos van acercando a ese objetivo común y las administraciones ya toman cartas en el asunto.
Una excelente muestra de lo prioritaria que resulta esta cuestión es la reciente puesta en marcha del Plan Madrid Central, que delimita la zona de movilidad sostenible de la capital y pretende apartar a los vehículos más contaminantes en favor de modos alternativos de movilidad: desde el refuerzo del transporte público al desarrollo de los servicios de sharing.
Otra buena noticia es la creciente concienciación ciudadana: la sexta edición del estudio Españoles ante la Nueva Movilidad, elaborado por el Centro de Demoscopia de Movilidad, recoge que cada vez más conductores estarían dispuestos a cambiar de medio de transporte si tuviesen una alternativa que les garantizase sus desplazamientos. Este mismo informe expone que el 17% de los encuestados ya utiliza un vehículo compartido como medio de transporte habitual para acudir al trabajo, frente al 1,7% del año anterior.
Madrid es una de las ciudades líderes en Europa en movilidad compartida y la primera en servicios de motosharing. Según refleja el informe Global Scootersharing Market Report 2018 del Centro de Innovación para la Movilidad y el Cambio Social InnoZ, la capital española cuenta con una oferta de 4.665 scooters compartidas, por delante de París (4.300) y Barcelona (2.530).
El motosharing es una de las soluciones a los retos de desarrollo sostenible que comentábamos, con unos beneficios reales para los usuarios: el IV Reto Multimodal de Movilidad puso de manifiesto que el uso de scooters compartidas para desplazarse por la ciudad podría suponer un ahorro de hasta la mitad de tiempo en relación con otros medios de transporte alternativos, como el coche privado.
Datos propios de COUP estiman que nuestra solución compartida, limpia y eficiente puede suponer una disminución en la circulación de entre 10 y 18 vehículos privados. En Madrid contamos con 850 scooters que ya no se limitan a las áreas de Madrid centro y alrededores (Arganzuela, Chamberí, Retiro, Barrio de Salamanca y Tetuán), si no que llegan a otras zonas con una elevada demanda de ese tipo de movilidad: Ciudad Lineal, Ifema, la zona empresarial de Manoteras, Hortaleza o Ciudad Universitaria. Extrapolando el dato anterior, nuestras 850 scooters eléctricas permitirían retirar de la circulación un mínimo de 8.500 vehículos privados, con todos los beneficios que conlleva a efectos de congestión de tráfico y polución.
Nosotros, además, contamos también con un certificado que garantiza que el origen de la energía que utilizamos es 100% renovable.
Estamos convencidos de que nuestro servicio de motosharing, que también opera en París y Berlín, ya está contribuyendo a ese objetivo colectivo de vivir en ciudades más sostenibles, seguras y confortables. Es un servicio cómodo, efectivo, fácil de utilizar y que da solución a una de aquellas dudas que se nos planean continuamente cuando oímos hablar de los grandes objetivos globales de desarrollo sostenible: ¿qué puedo aportar yo en mi día a día?
Nombre | Luis Gonzalez |
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Empresa | COUP |
Cargo | director general |
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