El crecimiento exponencial del parque de autobuses eléctricos es ya una realidad. Con 2.250 unidades ya en circulación en Europa y una tasa crecimiento anual a nivel mundial por encima del 30%, el e-bus cobra cada vez mayor importancia en el parque de vehículos de todos los operadores. Es, sin duda, la mejor solución tanto desde el punto de vista económico (mejor coste de propiedad, TCO), como del medioambiental (cero emisiones) y social (gran aceptación por parte de los usuarios).
Superada una primera fase de ensayos con pocas unidades, la adquisición de grandes flotas de autobuses eléctricos pone ahora el foco en las infraestructuras de recarga. Los operadores tienen que tomar la decisión sobre qué estrategia van a adoptar a la hora de definir la infraestructura más adecuada para dotar de energía a un parque de e-buses cada vez más numeroso.
En este contexto, Alstom acaba de presentar la tecnología SRS, que responde a las necesidades de los operadores de disponer de un sistema de recarga automatizado y de fácil integración, tanto en las paradas como en las cocheras. Esta innovadora solución, desarrollada por Alstom a partir de los sistemas de alimentación por suelo para tranvías sin catenaria, ofrece numerosas ventajas frente a los sistemas actuales
Se trata, además, de una tecnología probada y segura, al derivar de la utilizada por Alstom en sistemas tranviarios desde hace más de 15 años y con más de 40 millones de kilómetros en uso, denominada APS.
Recarga automática “a medida” de la operación
La opción de carga manual con enchufe bajo el estándar europeo CCS Combo 2 -la tradicional manguera- se plantea como una solución inviable para la recarga rápida durante la operación. Hay dos motivos que justifican esta inviabilidad: por un lado, no permite automatizar el proceso de carga, lo que obligaría a tener que bajar al conductor a “enchufar” el autobús. Por otro lado, este sistema no proporciona altas potencias que permitan una recarga rápida, total o parcial, que aporte la cantidad de energía necesaria en tiempo y en volumen aceptables para la operativa del autobús.
La carga manual con enchufe tampoco parece ser una alternativa viable a futuro como opción de recarga en las cocheras. En el momento en que las flotas de e-buses alcancen un número representativo sobre el total de la flota, se hace imprescindible adoptar un sistema automático y que permita la recarga en un amplio rango de potencias, ya sea para carga lenta (llamada “nocturna”) o semi rápida-rápida, en función de sus necesidades operativas.
Inducción y pantógrafo
Hasta el momento, una vez descartada la inducción por no haber demostrado todavía la eficiencia y fiabilidad necesaria para su implantación, las soluciones con catenaria se han presentado como la única alternativa a la tradicional carga manual con enchufe.
Las soluciones con catenaria, ya sea con pantógrafo invertido (parte móvil fijada en la parte de la infraestructura) o en techo (parte móvil integrada en el techo del autobús) se planteaban como la única opción disponible para conseguir una recarga automatizada y rápida. Existen, aún así, algunas reticencias para su instalación, debido al impacto visual en el entorno urbano y su “aparatosa” operativa de recarga. Por el mismo motivo, su implantación generalizada en cocheras como sistema de recarga automatizado supone un reto desde el punto de vista estructural y operativo.
Recarga por contacto desde el suelo
En este contexto, Alstom acaba de presentar un nuevo sistema de recarga rápida y automatizada para autobuses eléctricos denominada SRS. En este caso la toma de contacto se realiza por el suelo, en estático, mediante unos patines ocultos e integrados en el suelo del e-bus que se desplazan automáticamente para contactar con unas placas insertadas en la vía
Cómo funciona
El sistema SRS permite que la infraestructura de recarga permanezca oculta y que la operación se realice con el mínimo impacto visual. Además, se trata de un sistema compatible con cualquier modelo de e-bus pudiendo integrarlo cualquier fabricante de autobuses o carrocero, sin que se vea afectada la distancia mínima al suelo.
El sistema SRS permite cargar en intervalos de potencia entre 50-800 kW, lo que facilita al operador emplearlo a su conveniencia ya sea como recarga de oportunidad o carga lenta. O lo que es lo mismo, utilizarlo en línea o en cochera, o ambos.
La automatización se consigue mediante un sistema de sensores y comunicación radio/wifi que, además de garantizar la seguridad y robustez de la operación, permite la gestión y control individual de cada vehículo, algo que los operadores vienen reclamando desde hace años, para ser capaces de decidir qué vehículo carga, cómo y cuándo.
La confianza de clientes y viandantes en la seguridad de los sistemas de recarga es otro aspecto fundamental al que se enfrentan los operadores actualmente. Con este fin, la solución SRS en vía pública, incluye la activación de una barrera móvil de protección que asegura la imposibilidad de que ningún elemento extraño por acción fortuita o intencionada pueda acceder a las placas durante la carga. Y todo el proceso de carga es invisible, lo que genera confianza a los pasajeros y viandantes.
El mantenimiento y la facilidad de acceso a los equipos para su revisión/reparación es otro de los aspectos clave que se deben tener en cuenta en toda infraestructura de carga. En este sentido, el SRS además de estar monitorizado en remoto desde un centro de control que facilita la activación, desactivación y diagnosis a distancia, permite un acceso directo a los equipos, evitando los trabajos en altura y el empleo de herramientas complejas.
La facilidad de realizar un mantenimiento preventivo en remoto y la sencillez para reemplazar los componentes susceptibles de fallo, tanto en la infraestructura como en la parte embarcada, aseguran un elevado nivel de servicio.
Más allá de los autobuses
La creación de una infraestructura de recarga es una decisión que puede comprometer la evolución futura del operador o, incluso, de la movilidad de una ciudad. Es necesario, buscar tecnologías y soluciones que puedan adaptarse y evolucionar con el mercado, las baterías y la electrificación de otras flotas de vehículos urbanos más allá del autobús.
El sistema SRS responde a las necesidades actuales de los operadores de autobuses eléctricos, pero su flexibilidad y concepto permite su evolución futura según varíen las demandas de movilidad.
Se trata de un sistema, por ejemplo, que ofrece una alternativa igualmente idónea para la recarga de vehículos pesados tipo camiones, incluido el de la recogida de basura, furgones y furgonetas. Podría utilizarse, en paralelo, para el transporte de mercancías, especialmente el involucrado en la última milla en las ciudades. Esta posibilidad permitiría que una infraestructura de recarga concebida inicialmente para las flotas de e-buses, pueda ser compartida con otros sectores dentro de la movilidad del transporte. Esta compatibilidad con otra tipología de vehículos confirmaría al sistema SRS como la mejor inversión en infraestructura de recarga al servicio de la movilidad del transporte en la ciudad.
Nombre | Carlos González |
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Empresa | Alstom España |
Cargo | desarrollo de negocio |
Biografía | |
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